En los pasillos de COFAMIPRO, las historias de migración se entrelazan con los silencios, las lágrimas y también con la esperanza. Son madres, padres y familiares que cargan en el corazón la ausencia de un ser querido que partió en busca de un futuro mejor y del que, hasta hoy, no tienen noticias.
Frente a ese dolor que no cesa, el acompañamiento emocional se convierte en un pilar fundamental. COFAMIPRO ha comprendido que la búsqueda no solo se libra en oficinas, consulados o morgues, sino también en el interior de cada familia, en su necesidad de sanar, sostenerse y seguir adelante.
“Muchas veces, además del dolor de la desaparición, las familias enfrentan la incomprensión de su entorno. Hay quienes las juzgan o les piden olvidar. Pero no se puede olvidar a quien se ama”, expresa una de las acompañantes psicosociales de la organización.
Por eso, desde hace varios años, COFAMIPRO impulsa espacios donde las familias pueden reencontrarse con su fuerza interior y reconstruir su confianza. A través de talleres, terapias grupales y encuentros comunitarios, se busca que cada persona pueda reconectarse con su entorno desde la serenidad, el respeto y la comunicación asertiva.

Estos espacios se han convertido en lugares de alivio, donde se comparte el dolor pero también el consuelo. “Aquí nos entendemos sin decir mucho. Sabemos lo que significa esperar una llamada, ver una foto, tener esperanza”, cuenta una madre de un migrante desaparecido.
En un contexto donde la migración sigue marcando la vida de miles de familias hondureñas, COFAMIPRO reafirma su compromiso de acompañarlas no solo en los trámites y gestiones de búsqueda, sino también en el cuidado de su salud emocional. Porque una búsqueda que no cuida el corazón, se vuelve más pesada; y una familia que se siente acompañada, puede enfrentar con dignidad los juicios, el estigma y la incertidumbre.

El trabajo emocional es, en el fondo, un acto de resistencia: un recordatorio de que detrás de cada nombre y cada rostro desaparecido, hay una familia que sigue amando, esperando y exigiendo justicia.
En COFAMIPRO, el acompañamiento psicosocial no es solo una herramienta: es un gesto de humanidad que sostiene la esperanza y reafirma el derecho de cada familia a vivir con paz y dignidad, aun en medio del dolor.